CAPITULO I: REFLEXIONES PARA TODOS

REFLEXIONES PARA TODOS

       Y yo hoy, como tantas veces me pregunto:

¿De tantas veces que se ha gritado que está mal lo establecido y, nunca se ha llevado adelante una verdadera revolución hasta el final?

¿Tantas cosas que se han dicho en contra del sistema establecido, de las injusticias, de los desórdenes políticos o económicos y siempre se ha quedado en nimios resultados?

¿Será que tanto poder tienen como para doblegar y acallar a quienes nos damos cuenta de esto?

¿Será que el que empieza promoviendo la libertad, siempre ha acabado vendiéndose?

¿Será que a la gran mayoría no les importa que el sistema establecido sea tan injusto y por eso hace caso omiso a los gritos de quienes clamamos justicia?

¿Será que estamos tan cerrados y ciegos de egoísmo que no nos importa estar viendo como mueren de hambre en otros países o incluso en el nuestro propio?

¿Será que han logrado acogotarnos tanto los supuestos responsables de la población en general, que han conseguido que nos hundamos en nuestros innumerables “problemas” para que no veamos más allá de nuestras narices?

¿Será que han logrado que, si llegamos a darnos cuenta de lo que pasa realmente en el mundo, nos importe tan poco que lleguemos a hacer como si no pasara nada?

¿Seremos de verdad tan insensibles, tan miserables y egoístas?

¿O solo somos un rebaño de corderos descerebrados que asumimos el yugo que nos quieran imponer? Y si es así ¿Será posible que exista gente con la suficiente oscuridad como para que tan poco les importe desgraciar a la mayoría de la humanidad llegando incluso a asesinar para conseguir más “poder”?

       Yo no sé vosotros, mis estimados. No sé vosotros pero a mí, me corroe un sentimiento de profunda impotencia al pensar en estas cuestiones. Una impotencia que trato de conducir hacia la quietud de mi alma buscando la forma de decir “YA BASTA”. “ME PARECE MAL LO QUE ESTAMOS HACIENDO” “NO QUIERO SEGUIR SIENDO COMPLICE DE ESTO”.

       Me parece tremendamente mezquino lo que estamos haciendo. Los unos por patentar, dirigir y promocionar este sistema económico y social que hace que solo unos cuantos se beneficien de los recursos del planeta que bastarían con creces para sustentarnos a todos y, los otros por permitirlo y seguir callando la barbarie, fomentando así que continúe la terrible farsa que asola a la mayor parte del planeta.

       ¿Acaso crees que no puedes hacer nada para luchar en contra de esto? ¡ESCUSAS! ¡SI PUEDES!. ¿Acaso te crees menos poderoso que los que ostentan innumerables bienes materiales? ¡INCIERTO! El poder proviene del AMOR, no del odio y, si estás leyendo estas palabras y resuenan en tu interior es que eres capaz de AMAR más que los que imponen la barbarie y la injusticia y, por lo tanto, más poderoso. Valora objetivamente esto que te digo.

       Probablemente no me crees ¿Cierto?. Para los que me tachen de catastrofista o “conspiranoico”, voy a dar suficientes argumentos para que dejen de hacerlo, pero no aquí. Ese material, dada su extensión lo reflejaré en la página web “Gritos de Luz”. Pero mientras tanto intenta esto: deja ya de hacerte el débil. Deja ya de mirar hacia otro lado mientras te masacran a ti, a tu familia y a todos los demás. Tu inmenso poder reside en que tienes la potestad de ir a favor del AMOR y, eso implica ir en contra del odio, del egoísmo, de la barbarie o la injusticia. Y estas cualidades se encuentran en todo el mundo, estimados. Tu inmenso poder reside en que tú puedes luchar contra la barbarie de este mundo si luchas contra la barbarie que te corrompe. En el segundo capítulo les paso a relatar cual es el primer paso que a mi parecer habría que dar para llevar a cabo una verdadera revolución.